El espacio público como entorno activo necesita ser continuamente reinventado: proyectar este proceso desde premisas que priorizan lo patrimonial o lo paisajístico es compatible con otras que primen aspectos lúdicos o ambientales. De esta forma, el ámbito en que se erige el Teatro Municipal de Zafra se presenta como un preparado sobre el que se extienden estrategias de conciliación de los diferentes acontecimientos que se escenifican cotidianamente, y resuelve la transición entre la ciudad histórica y la naturaleza (ahora) o entre la ciudad monumental y una ‘periferia’ en construcción (en un futuro próximo).
Este espacio intermedio, con doble escala y direccionalidad, atiende a la diversidad de afectaciones del caserío que lo circunda, buscando una conexión fluida con el centro peatonal (evocando su concatenación de plazas a través de umbrales y pasos angostos que cierran las perspectivas para después abrirse paulatinamente), enlazando con las nuevas áreas y expandiendo finalmente la visión hacia el horizonte.
La nueva ordenación establece recorridos libres con pendientes suaves, que permiten la accesibilidad total para visitantes y restringida para vehículos. Los pavimentos de calzada portuguesa y hormigón desactivado delimitan los jardines alomados adosados al perímetro de la parcela, formado por edificaciones auxiliares en dos de las cuales se han consolidado elementos vernáculos (bóvedas tabicadas y muros de mampostería de pizarra) con el fin de preservarlas para una futura ampliación del programa cultural.