Beneito Faure ha incorporado una gama específica de productos solares apostando por la sostenibilidad e innovación en sus sistemas de iluminación. Dentro de esta gama destacan Proa y Popa, unos focos led solares que se adaptan a todo tipo de necesidades y proyectos de iluminación
La iluminación solar es un sistema de iluminación independiente que se instala en zonas exteriores. Las luminarias solares incorporan un panel solar que, a través de sus placas fotovoltaicas, captan la radiación UV del sol y la transforman en electricidad. Con las necesidades de cambiar los modelos de consumo, la iluminación solar es una alternativa sostenible que aprovecha la energía natural y renovable del sol y no compromete a los recursos ni procesos que pueden afectar al medioambiente.
Beneito Faure cuenta con una gama específica de productos solares apostando por la sostenibilidad e innovación en nuevos productos y sistemas de iluminación. Aquí, destacan Popa y Proa, unos focos led que se adaptan a todo tipo de necesidades y ambientes.
Popa es un foco led solar con dos alturas de 60 centímetros y 100 centímetros, diseñado para instalación en zonas exteriores gracias a su gran resistencia al agua y al polvo (IP54). Su aplicación es para caminos, zonas de paso o delimitando espacios. Se carga de forma autónoma gracias a su panel solar giratorio situado en la parte superior de la lámpara.
Con una temperatura de color de 4.000K y un haz de luz de 120º, Popa proporciona una luz ambiental y práctica en el ambiente. Sus acabados en blanco y negro hacen que se integración sea perfecta para cualquier espacio exterior.
Proa, por su parte, con 1,6W de potencia, es un foco led solar que se instala encastrado en la pared y que resulta muy adecuado para la iluminación de zonas abiertas con toques de luz que bañan el espacio.
Al igual que Popa, Proa también se alimenta de la energía que absorbe su panel solar durante el día. Su habilidad rotatoria de 90º perite crear un efecto de iluminación totalmente personalizado al poder establecer en que dirección se proyecta la luz. Tiene una temperatura de color de 4.000K y un haz de luz de 120º y además, dispone de acabados en blanco y negro mate que consiguen integrarse en el entorno.
Tanto Popa como Proa cuentan con un sensor de movimiento que informa a la luminaria cuándo encenderse al detectar una presencia cerca y cuándo debe apagarse al pasar un período de tiempo (entre 8 segundos y 8 minutos) personalizable por el usuario. También cuentan con un sensor crepuscular que regula su intensidad según la cantidad de luz que detecte en el ambiente.
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