LABoral inauguró el pasado 28 de agosto frequencies (light quanta), 2014, la última instalación audiovisual del artista canadiense Nicolas Bernier, fruto de su residencia en el LABoratorio de Sonido del Centro de Arte y Creación Industrial. Durante la inauguración actuaron los Dj’s Rian Treanor + Dot tape Dot.
La instalación se basa en las posibles relaciones conceptuales entre los principios fundamentales de la física cuántica aplicados al proceso creativo audiovisual: partículas, probabilidades, dualidad onda/partícula y la discontinuidad.
La composición audiovisual, que gira en torno a estos conceptos, parte de 100 fragmentos sonoros y lumínicos que se desarrollan aleatoriamente generando una forma en continua expansión pero innovadora en el tiempo y en el espacio.
Dado que los fotones (o cuantos de luz) son emitidos por los electrones, podríamos pensar que la señal eléctrica de los sonidos de la instalación es lo que desencadena las señales de luz. La composición sonora se basa fundamentalmente en la utilización de micro sonidos y “clicks”, que son los sonidos audibles más breves que pueden oir los seres humanos. La estructura arquitectónica de las frecuencias (cuantos de luz) supone una interpretación poética de las lecturas proporcionadas por los equipos y circuitos electrónicos que nos ayudan a comprender y visualizar mejor el mundo infinitesimal. En esta estructura, se montan 100 placas acrílicas sobre un monolito de color negro. Cada placa lleva impresas unas formas gráficas compuestas de líneas y puntos que dan lugar a una imagen en movimiento cuando se iluminan los acrílicos.
Esta estructura física proporciona una singular visualización multidimensional del sonido que permite crear patrones audiovisuales. Nicolas Bernier crea performances sonoras, instalaciones, música concreta, electrónica en vivo, post-rock, improvisación acústica y video arte, a la vez que trabaja con la danza, el teatro, las imágenes en movimiento y los contextos interdisciplinarios. En medio de este eclecticismo, sus inquietudes artísticas se mantienen constantes: el equilibrio entre lo cerebral y lo sensual, y entre las fuentes de sonido orgánico y el procesamiento digital. El sonido de Nicolas Bernier está en algún lugar entre lo viejo y lo nuevo. Es música electrónica a partir de objetos del pasado: la máquina de escribir, máquinas antiguas, diapasones, recuerdos de paisajes sonoros y, sí, los instrumentos musicales. Se hace con un aparato moderno, pero se percibe como totalmente artesanal. Se trata de texturas suavemente articuladas junto a enormes masas.
Esta instalación, podrá verse hasta el 13 de octubre. Vídeo de la exposición.