Un nuevo proyecto surgió el 23 de julio de 2014 con el objetivo de crear sensaciones a través de la luz en un edificio antiguo ubicado en el centro de Ginebra. Iluminar las zonas comunes de una construcción de viviendas con más de 100 años de antigüedad, de cuatro plantas y 12 metros de altura, no era una tarea fácil. Para alumbrar este proyecto fue necesario abordar varios aspectos: Qué se quería iluminar, qué materiales emplear para no romper el diseño del espacio, y la pregunta del millón, cómo evocar emociones iluminando este espacio con un carácter propio tan marcado.
La respuesta tuvo como inspiración la magia de una copa de vino: dar vida a una Luminaria decorativa con tecnología led convirtiéndola en un Racimo de uvas colocados de forma espiral con bajada en cascada. Todo un reto.
La idea surgió de una empresa de Ibiza especializada en iluminación y domótica. Estudio Áureo se encargó de esta hazaña, pionera e innovadora, al presentar un proyecto de desarrollo de luminaria Custom para zonas comunes con la forma de esta deliciosa fruta. Uno de los responsables de Estudio Áureo, Jesús Lojo, dibujó un el sistema formado por 26 series de bombillas circulares, diseñado con materiales ligeros y de cristal, que hoy presiden la entrada de esta construcción centenaria. El reto era complejo si tenemos en cuenta que la entrada y la escalera de este edificio son de mármol y que la madera asume el otro 50 por ciento del protagonismo de dicho enclave.
Luces y sombras
En este trabajo no solo se ha tenido en cuenta la luz, sino que las sombras que las estructuras metálicas esféricas proyectan a través de sus calados cobran un papel fundamental en este espacio en el que se ha jugado con la perspectiva y caída en altura.
Espiral y lógica
Nueve metros de altura entre los que se distribuyen 26 globos en forma espiral y con una lógica que se desmonta con la misión de conseguir emociones a través de la luminiscencia. Los focos de luz se disponen por orden numerados entre pares e impares con el fin de establecer un orden entre las distancias a la hora de disponerlos. Esta medida, estudiada entre las bombillas, consigue un efecto óptico que se agudiza combinando las dos lámparas dispuestas con este fin, la del «hall» y la de la escalera de este edificio ubicado en la Rue de la Cloche nº 7 de Ginebra.[+]