Lüdenscheid, septiembre 2014. Ya se trate de un traje a la medida exacta, de un elegante vestido de noche o de unos tejanos desenfadados, la ropa es una expresión de nuestra personalidad. Y antes de salir a lucir nuestro nuevo atuendo, se impone un recorrido por nuestras tiendas de ropa de confianza. Pero qué es lo que caracteriza a un buen concepto de tienda que nos empuja a volver una y otra vez? Esto plantea grandes retos a los interioristas, ya que los requisitos de la escenificación de las tiendas de moda son complejos: no en vano se trata de transmitir perfectamente el aspecto y la calidad de los productos, así como sus valores. En este contexto, el concepto de iluminación desempeña un papel determinante: las herramientas de iluminación deberían reaccionar a los cambios frecuentes de colecciones y decoraciones, garantizar una excelente reproducción cromática de los tejidos y dirigir en todo momento la atención del cliente hacia el lugar adecuado. En este contexto, la tecnología LED ofrece una solución moderna, ya que las herramientas de iluminación de última generación poseen una calidad de luz equiparable a la de las fuentes de luz convencionales, y son a su vez considerablemente más longevas y eficientes.
La gramática de la luz
El ser humano percibe a través de la vista aproximadamente el 80 por ciento de su entorno. Esto pone de relieve la importancia de un concepto de iluminación refinado también en las tiendas de moda. La percepción visual no viene determinada tan solo por la cantidad de iluminación, sino sobre todo por la calidad de la luz empleada. Como uno de los grandes pioneros del estudio cualitativo de la luz, Richard Kelly (1910 -1977) desarrolló en los años 50 un concepto de luz orientado a la percepción que hoy en día se sigue considerando la base de un buen diseño de iluminación. Se alejó de la consecución de una iluminancia uniforme, que hasta entonces constituía el criterio central del diseño de iluminación, y la sustituyó por la consideración de las distintas calidades de la luz. Así, Kelly diferenció tres funciones básicas:
- La «luz para ver» establece una iluminación general del entorno.
- «luz para mirar» significa luz dirigida que guía la mirada, acentúa y crea jerarquías de percepción.
- Finalmente, la «luz para contemplar» sirve un propósito estético y crea efectos ambientales particulares en el espacio.[+]