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Con vistas a la aplicación de la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, la Unión Europea ha establecido una serie de acciones que se concretan en diferentes normativas. Una de las más importantes es la que se recoge en la Directiva de Eficiencia Energética (DEE), que aboga por la transición energética de los estados miembro hacia un sistema en el que la sostenibilidad sea el elemento clave, sin descuidar la competitividad y la seguridad.
La DEE establecida en 2012 para ayudar a los miembros de la UE a implementar medidas que mejorasen la eficiencia energética en diversos ámbitos contaba con un objetivo inicial de mejorar la eficiencia en un 20% para 2020, sin embargo, en 2018, la DEE se revisó (2018/2002) y este objetivo se estableció en un mínimo del 32’5% para 2030.
Edificios de consumo energético casi nulo en el plan de desarrollo sostenible de la UE
Según los datos que baraja la UE, los edificios son responsables del 40% del consumo energético total en Europa. Por ello, dentro de la DEE aparece un concepto fundamental que se convierte en un objetivo prioritario: los edificios de consumo energético casi nulo nZEB (nearly Zero-Energy Buildings).
Se trata de un modelo de edificios cuyo consumo de energía neto en un año típico es cercano a cero. Para lograrlo, se han de adoptar medidas que contribuyan a mejorar la eficiencia o rendimiento energético de los edificios, entendiéndose este como la cantidad de energía necesaria para cubrir las demandas derivadas del uso del edificio, que incluyen elementos como la calefacción, climatización, ventilación, calentamiento del agua e iluminación. Un nZEB es aquel que solo consume lo que demanda y que, además, utiliza principalmente fuentes de energía renovable.
La UE pretende impulsar la renovación del parque edificatorio europeo para que cumpla la DEE y obligar a que las nuevas construcciones sean nZEB a partir de 2020 (2018 en el caso de edificios públicos).