Joaquín Adell, ingeniero técnico
Alessandro Novelli, manager «Energy & lighting» dpt. DZ engineering
La visita
Empezaba mi último artículo, publicado en Lumínica 19 (Descubriendo Daylighting’s), escribiendo que mi situación personal de amortizado, laboralmente hablando, posibilitaba el interesante ejercicio de descubrir, sumergirse y vivir nuevos y diferentes proyectos y agradecía la oportunidad de contar estas experiencias en su medio, lo que vuelvo a repetir al publicar este artículo.
Otranto es la ciudad más meridional de Italia situada en el «talón de la bota italiana» en la región de Puglia. En la citada región se pueden visitar una serie de ciudades monumentales declarados patrimonio de la Unesco como Alberobello, Mattera y la misma Otranto.
El pasado mes de abril he tenido la oportunidad de visitar estas ciudades y quisiera compartir con el lector las sensaciones de la visita a la «Cripta della Cattedrale della Santissima Annunziata» de Otranto, sensaciones por otro lado de fuerte impacto en mi percepción, que han supuesto por mi parte una reflexión introspectiva profunda intentando hacer aflorar los auténticos motivos, más allá de la propia iluminación que sencillamente hicieron emocionarme.
La Cripta, se remonta al siglo IX, se divide en cinco naves y su construcción se sostiene con 42 columnas de mármol de diferente textura y acabado, lo que según los expertos demostraría que se utilizaron materiales procedentes del expolio para edificar los lugares de culto en la Alta Edad Media, capiteles y bóvedas de crucería.
En el ábside mayor una «madonna» negra bizantina con el niño Jesús se salvó del saqueo de los turcos en 1480.
El proyecto de restauración implicó el interior de la cripta en su conjunto, de las columnas a los capiteles, la creación de un nuevo pavimento de piedra de Trani, la recuperación de los marcos y las puertas de las ventanas existentes y un nuevo sistema de iluminación LED.
Se trataba de evitar la humedad ascendente que afecta a todo el sustrato y el suelo de piedra y las paredes perimetrales hasta la línea de imposta.
Durante los trabajos de restauración se descubrieron en la basa de las columnas frisos decorados con elementos que se atribuyen a la escuela helenística.
Mediante un adecuado diseño, este descubrimiento se pone al alcance de la contemplación del visitante en cuatro columnas alrededor del altar, a través de un marco de acero corten y un cierre de vidrio laminado.[+]