La aplicación de la tecnología LED en iluminación está imponiéndose sobre el resto de fuentes de luz convencionales. Esto supone que haya en el mercado una amplia oferta de luminarias LED, con la consiguiente competencia para ofrecerlas con la mejor relación calidad/precio. De esta manera, los procesos de producción se han convertido en esenciales, y para la mejora de los mismos es necesaria la aplicación de componentes optimizados que aseguren y mejoren las características del LED como fuente de iluminación, así como la automatización de la producción de luminarias.
Para la industria de la iluminación, la introducción del LED es probablemente el cambio tecnológico más profundo desde la invención de la luz eléctrica. Esto implica para la industria nuevos desafíos tecnológicos y económicos. Hasta ahora se podían distinguir las diferentes aplicaciones de iluminación por sus diferentes tipos de fuentes de luz y componentes. La producción se basaba en estándares que acuñaron una amplia gama de lámparas, cada una con su sistema de casquillo y portalámparas, basada en normas y nomenclaturas desarrolladas para cada una de ellas durante años. Ahora, las fronteras desaparecen, debido a que las fuentes de luz LED ya no se venden por separado de la luminaria, sino integradas y fijadas en la misma.
Actualmente, para poder ofrecer luminarias de calidad es extremadamente importante el dominio de la gestión térmica y la elección de componentes electrónicos que aseguren un funcionamiento duradero y estable. Así, el fabricante de iluminación ha de emigrar de la iluminación eléctrica a la electrónica. Este cambio requiere importantes inversiones en investigación y desarrollo, así como la conversión de la producción a los nuevos procesos, y esto debe hacerse al mismo tiempo que se reduce el negocio de la iluminación tradicional. La iluminación LED conlleva también ciclos de comercialización más cortos, tanto en tiempo como en cantidades, por lo que la necesidad de optimización de los costes de producción y logísticos se incrementa.
Ejemplo de montaje del elemento de fijación «Push to Fix»(P2F)
La tecnología LED ofrece un potencial de crecimiento muy significativo, y diferentes estudios indican que a corto plazo dominará claramente el mercado, en algunos segmentos ya es la tecnología más utilizada. El acelerado mundo del LED junto con su flexibilidad de aplicación, dificulta que las normas eléctricas y fotométricas puedan mantenerse al día. Esta falta de normativa se intenta contrarrestar con la estandarización de las interfaces de los denominados módulos LED por parte de Zhaga —consorcio internacional de la industria de la iluminación— ayudando a al fabricante en el diseño de la luminaria. Las especificaciones de Zhaga, definen interfaces mecánicas, eléctricas, térmicas y ópticas, de forma que se garantiza la intercambiabilidad de las fuentes de luz LED, para así poder cambiar fácilmente entre proveedores, o generaciones de producto posteriores más eficientes.
La automatización en la producción LED garantiza mejores productos y a mejor precio.[+]