Un año más, Fluvia reunió a expertos en iluminación, diseño y arte para celebrar la 4ª edición de Light and People. El lugar elegido este año para celebrar la jornada de Madrid, fue el Auditorio Jean Nouvel del Museo Reina Sofía, que contó con Carles Guerra, director de la Fundación Antoni Tàpies y Michela Mezzavilla, arquitecto y lighting designer que expusieron los nexos de unión entre Luz y Arte, tema elegido para esta edición.
Más de 300 invitados asistieron al evento, donde se expusieron los 4 cubículos blancos que albergaban las nuevas luminarias: Arch, Lane; Point y Loop. También destacaba «WAV! Dentro del cuadro», una instalación lumínica flexible y «non-site-specific» de Michela Mezzavilla y el estudio reMM, diseñada para Fluvia para esta ocasión de Light and Peope 2016, una atractiva combinación de cuadros y luces donde los invitados podían interactuar y hacerse fotografías.
Gonzalo Batista, director de Negocio de Iluminación definió el evento como «nuestra pequeña aportación a la cultura de la luz donde cada año elegimos un tema diferentes para profundizar y ampliar conocimientos bore él».
Por su parte, Salvi Plaja, director de Diseño ejerció de moderador y dió la palabra a Carles Guerra, del que dijo «es reconocido en el mundo cultural barcelonés tras haber estado vinculado en su dilatada carrera a centros culturales y museos como el MACBA y La Virreina Centre de la Imatge».
Así, Carles Guerra, consideró que la luz, más allá de las cualidades perceptivas, sensoriales y emocionales, ha representado un reto eterno en el campo del arte. Y señaló que «su falta de consistencia materail ha hecho que los artistas se refieran a la luz como un efecto o una impreseión. Sin embargo, y a pesar de su inmaterialidad, la luz ha demostrado ser un instrumento eficaz para inducir comportamientos».
Guerra manifestó que la luz no solo afecta a la visión, sino que se extiende a una corporalidad que se entrega al gobierno de lo atmosférico. «En este sentido – dijo- un museo, una discoteca o un cine son espacios que se pueden equiparar por el uso que hacen de la luz. Y porque en todos ellos la luz incide en una forma de estar y comportarse que se traduce en el cuerpo».
Para el director de la Fundación Antoni Tàpies, estas preocupaciones no son ajenas al campo del arte, sino que han dado origen a estilos artísticos como el impresionismo o a investigaciones estéticas como las del arte conceptual. «Que hoy las veamos reflejadas en pinturas o en obras de arte no significa que la luz haya dejado de ser un intangible. Hoy día la luz se alía con la nueva economía para potenciarla a la vez que se ha convertido en un bien manejable y explotable».
Por su parte Michela Mezzavila, señaló que la luz es el material más poderoso de todos, ya que a pesar de su intangibilidad afecta a la percepción del espacio y de todos los demás materiales, generando una experiencia sensorial única en cada individuo. «La luz y el arte -dijo- tienen una relación tan estrecha que prácticamente no existe arte sin luz».
Para Mezzavila el término Light Art nace para definir a los artitas que experimentan con la luz artificial, pero en realidad todo tipo de arte plástica es ya intrínsecamente arte de luz, desde miles de años antes de la invención de la bombilla. Para su explicación mostró diferentes imágenes de que sirvieron de ejemplo de cómo la luz no sólo ilumina los espacios sino que también los crea.
Acabado el acto, se mostraron las nuevas luminarias creadas por la firma, de mano de diseñadores como Josep Llúsca, creador de la familia de luminarias Arch; la gama de luminarias Loop, de Antoni Arola, así como los proyectores Point y Luminaria Lane, diseñadas por el propio estudio de la Fluvia.